Fama... ¡a pensar!

Voy a hacer una análisis MUY PERSONAL del programa FAMA a bailar, tras una semana de visionado y reflexión. Fama a bailar es un programa televisivo que se emite en el canal #0 de Movistar+ donde un grupo de alumnos bailarines son formados y compiten entre ellos por mantenerse en el programa y no ser expulsados, e incluso ganar el premio final, una beca de formación. De domingo a jueves hay un programa de una hora de duración pero hay otro espacio pararelo de seguimiento 24 horas de lo que va ocurriendo en la escuela.


Tomado del canal de Youtube del programa


Primero advertir que solo he visto los programas y me he asomado a las redes sociales que mueve su productora, así como a su canal de Youtube; es decir, no, no he visto ni un minuto del canal 24 horas por lo que no debería hablar de lo que allí pasa, aunque algo lo haré, no me resisto a mostrar mis ideas preconcebidas (y prejuicios también, lo admito) al tipo de formato en el que las personas pierden su intimidad y la cámara hace de espía de los momentos más vulnerables y vendibles, y hay personas dispuestas o empujadas a hacer un seguimiento tan obsesivo de un programa de televisión. Que sirva mi confesión de credibilidad o de posicionamiento sobre el cierto rechazo que me produce de entrada el enfoque reality del canal 24 horas. 

Dicho esto entremos en materia: la danza en Fama a bailar.

El eje sobre el que gira el contenido del programa es la DANZA, de eso no hay duda. Su fusión de estilos es una seña de identidad, así como dar protagonismo a las danzas urbanas y la danza contemporánea, dejando el clásico como base de trabajo (como un medio para otros, no como un fin), y a otros estilos que aparecen como destellos en las coreografías como algo complementario. En el programa se ve danza, se baila, se entrena en danza, se habla sobre danza... todo lo impregna. Me parece honesto con la danza como eje que lo articula. ¡Bravo!

El RITMO DE LOS ACONTECIMIENTOS en el programa es muy rápido, no se detienen demasiado en momentos no bailables, eso me gusta. También creo que va mucho con los tiempos, no hay momentos de silencio, miradas, pausas, todo es (sobre) estimulación visual y auditiva. Si además ves el programa mientras tratas de comentar en redes sociales o votar los nominados, creo que es bastante loco, pero también es el ritmo y forma de estar de muchos jóvenes. Solo describo, tampoco lo cuestiono en este contexto y no me leeréis decir que es "peor que lo de antes" o "es que en nuestra generación..." (qué frases más casposas). Simplemente es así, vida acelerada, directa, al grano y multitarea.

Los alumnos de la escuela tienen un nivel muy muy alto, estamos hablando de personas que llevan bailando la mayor parte de su vida, de una manera u otra, personas que quieren o ya se dedican profesionalmente a ello. En un vídeo del programa, uno de los profesores dice: "el alumno que venga a mis clases tiene que estar exactamente a mi mismo nivel". Esa frase habla por si misma sobre las condiciones de los chicos y las chicas, que más que alumnos son bailarines competidores.

Esto provoca, desde mi punto de vista, dos cosas:

a) una GRAN DISTANCIA entre el que está sentado en el sofá de su casa viéndolo y los alumnos/bailarines, inalcanzables, como de otro mundo, con superpoderes

b) que el espectador, no entendido en este ámbito, va a tener poca capacidad de ver las mejoras y la evolución de estos bailarines porque éstos están en una posición que me recuerda al techo de mejora de los deportistas, donde los cambios pueden ya no ser perceptibles tan fácilmente (sirva de ejemplo esta gráfica simplificada).



Tomada de Just Livin Life


Creo que esto tiene un atractivo en sí mismo, las personas en sus casas deben pesar algo como: "qué buenos son, cómo bailan, los profes les critican y no entiendo ni lo que dicen o porqué, pero vale, ellos sabrán, pero da gusto ver a estos chicos". Y para mi, esa fortaleza que fideliza audiencia, también es una debilidad del programa desde su responsabilidad cultural. Que quien vea horas y horas de este programa, no aprenda a disfrutar desde la comprensión de lo que es la danza, y que solo se trate de disfrutar pasivamente de la virtuosidad de las creaciones y las personas que las interpretan. Y en parte me rindo, pues alguien puede decirme: ¿te parece poco? pues también tendría parte de razón. Lo que pasa es que en la danza hay mucho más o, sobre todo, es para muchos más. He de reconocer que es una crítica que nace del deseo de querer que la danza sea para tod@s y, en ese sentido, este formato resulta elitista. Ahora bien si el programa provoca que muchos jóvenes, y no tan jóvenes, quieran bailar, estupendo pero espero que no se desinflen las ganas si esas personas no aterrizan en que la danza es para ser más feliz, estar más conectado a ti mismo y celebrar que estás muy vivo. 

Explico lo anterior desde un ejemplo: en un feedback dado a una pareja, una de las profesoras, Carla Cervantes o Sandra Egido, no recuerdo cuál de las dos, le decía algo así a un bailarín: "esto es muy de danza contact y no habéis sabido coger esa esencia". ¿El que está en su casa viendo esto sabe qué es la danza contact? Me encantaría que hubiera un enfoque que pretendiera FORMAR AL PÚBLICO para que sepa que está viendo, por cultura artística, por saber qué rico es este mundo y porque pueda contagiar las ganas de probar y poner en el buscador de Google: "danza contact escuela cerca de mi casa".

Los profesores, sin duda, son grandes profesionales. Solo conocía la carrera de Iker Carrera (perdón por el juego facilón de palabras pero cuando uno esta sola delante del folio digital en blanco, el humor te lo tienes que inventar y te queda así de churro). Hace tiempo tomé un taller de danza contemporánea en la escuela de este profesor en Madrid, que se llama Danza 180º. Hay mucho mucho nivel técnico allí, ya superando mis posibilidades a estas alturas (se me pasaron ciertos arroces para determinados entornos). Si creo que este programa puede beneficiar a muchas ESCUELAS, como la suya, grupos de danza, artistas, creadores y profesores. Citaré algunas que valoro mucho en Madrid y a las que me apetece dar publicidad porque sí, por el buen trabajo que realizan: Bambú danza, Estudio 3, La puerta rojaDescalzinha danza, los talleres de Danza canal, Colectivo Lisarco, El horno, Twin Experiment, los talleres de Marina Santo, SomosDanza y muchos otros.


Tomada de la web del programa
Todos los profesores, además de ser bailarines, coreógrafos y profesores, aman profundamente lo que hacen y se muestran bastante humanizados en las relaciones, dentro del corte profesionalizado que impregna el proyecto. La calidad humana también a mostrarse en pantalla, por encima de todo. 

No me cabe duda que los profesores son los primeros interesados que al mundo de la DANZA se la conozca, se disfrute de él y se respete a lo que ellos están entregados "en cuerpo y cuerpo". Me los imagino en reuniones con los que se dedican al formato televisivo de audiencias, tratando de negociar el equilibrio entre el papel de la danza y lo que vende "la caja tonta" (perdón por el palabro, soy fan del cine y las series y éstas las veo en mayor medida por la tele, viva esa caja tonta). Debe ser duro para los profesores ver como son los propios espectadores, desconocedores de las diferencias, evoluciones, niveles técnicos, de presencia, etc. del alumnado, quienes deciden a quién expulsan de entre cuatro bailarines; y es que estos jóvenes quieren dedicarse profesionalmente a esto, se juegan su formación, un posible trampolín televisivo y el ansiado premio, una beca que es un verdadero salvavidas profesional. Desde aquí, mi admiración del trabajo que realizan.


Decir una cosa más de los profesores. Ellos están acostumbrados a utilizar el lenguaje del cuerpo y cuando tienen que explicarse, cuando tienen que dar feedback de algo que acaba de ocurrir y, por lo tanto, no hay un guión previo, se nota la falta de fluidez en oratoria. Todo el flow que tienen bailando NO LO TIENEN HABLANDO (y en esto quiero excluir al director de la escuela). Y lo digo desde la humildad, porque a mi también me ha pasado (y me pasa aún) tener dificultades al hablar en público, escoger bien las palabras. Armar un discurso siempre fue mi caballo de batalla y con los años, la toma de conciencia y el autoaprendizaje, he mejorado muchísimo pero se que me queda camino por recorrer. En todo caso, cuando les escucho me chirrían las frases sin acabar, las explicaciones reiteradas donde se repiten las mismas palabras porque no se encuentran sinónimos, la falta de riqueza verbal. Imagino que ellos mismos se ven después en la televisión y piensan: ¡Tengo que explicarme mejor! al final son una referencia para muchos jóvenes y los profesores tienen (tenemos) una responsabilidad. Qué educativo sería verles decir que ellos también tienen mucho que aprender y que saliera en el propio programa un taller de hablar en público para ellos, sería una lección de humildad pero no se si eso vende. A veces lo más subversivo es la autenticidad y mostrarse desde las entrañas como seres humanos imperfectos tiene un efecto brutal; pero en este programa se busca perfección dudo mucho que quieran evidenciar estas debilidades. 

A los alumnos les visitan profesores de prestigio, qué lujo, qué oportunidad formativa. Ojalá que lleven al programa también a grandes profesionales del trabajo desde el movimiento auténtico, que les desarmen de sus calidades técnicas y les hagan descubrir su esencia singular en el movimiento, el cuerpo y el ser humano que son. También que les entrene su condición física profesionales cualificados, me encantaría ver un CCAFYDE allí. Otro ámbito que podría ser muy valioso para entender la salud y el bienestar integral es que trabajaran desde el mindfulnes o el método feldenkrais como autoconciencia a través del movimiento. Qué les completen como bailarines en otros estilos y técnicas, en culturizarles a ellos y a los espectadores sobre la escena actual de danza tan diversa y rica, para que luego puedan consumir danza que ahora quizá no entiendan. Que se adentren en otros ámbitos más performativos, por ejemplo. También que les pongan en el papel de profesores y que valoren esas dotes (muchos de ellos son o serán profesores de danza en un futuro). Estaría bien que se llevaran a adolescentes, niños, mayores incluso, y que bajen el listón, que veamos también bailando a otros seres humanos que no pueden ser virtuosos en las calidades del movimiento pero con los que podemos emocionarnos también, porque explotan su yo esencial desde unas habilidades "entrenables", más básicas, pero donde el progreso se puede apreciar mucho mejor. Creo que a las personas de a pie (y mando en mano) nos gusta ver a la gente progresar, entendiendo el camino que recorren, y ver que este mundo también es para el que lo desee.

Me gusta mucho como están cuidando las cuestiones de género en el programa. Hay paridad tanto en alumnos como en profesores. Las parejas son diversas. Los profesores no son bailarinas de clásico por un lado, bailarines urbanos por otro. No han comentado nada explícito sobre género pero lo están cuidado, por lo que he visto la primera semana de programa. Esto es discurso, pero del bueno, porque la danza es un contenido y ámbito estereotipado que se asocia más a lo femenino y esto ayuda a desmontar esa idea. Si un adolescente que quiere bailar, pero su contexto siempre le ha empujado a jugar al fútbol  por ejemplo, ve este programa, tiene referentes en distintas masculinidades. Esto creo que es bueno en sí mismo.

Me gustaría que algunas coreografías tuvieran más trasfondo, contar cosas importantes que pasan, que nos pasan en este mundo; que hubiera también algo de danza teatro y performances, desde el arte con su poder transformador. Me da que no es la idea del programa, pero quizá algún guiño si hagan. Ojalá. Ya veremos. 

En un programa de esta primera semana visitó la escuela Patry Jordan,  una youtuber famosa por sus consejos de belleza y tablas de ejercicios. El vídeo podéis verlo en este enlace. Cuando lo vi pensé que el entrenamiento que realizaron dista de determinados parámetros de salud, aunque no sea mi especialidad directa aún creo que tengo la formación suficiente para verlo. Y si no es así, ya tengo un objetivo (más), ¡Actualizarme ya!.

En todo caso, me gustaría que otros compañeros especialistas en entrenamiento y condición física comentaran esa sesión que pueden ver en el enlace anterior. Tras verlo y descolocarme determinadas decisiones y estrategias que plantea esta persona, he buscado para conocer quién es y qué formación la acredita y la legitima para ser un referente en entrenamiento. Lo que he encontrado en su web es que es deportista. 

Esta entrenadora irá una vez a la semana por lo que no se queda en algo puntual y creo que merece la pena que algún profesional CCAFYDE, como por ejemplo Josemi del Castillo u otros compañeros que quieran, se animen a comentarnos esta preparación que plantea como, por ejemplo, la evaluación inicial que hace en el minuto 14 en este vídeo sobre cuánto tiempo pueden aguantar los bailarines haciendo una plancha.

Creo que educativamente se podría aprovechar el formato como programación, proyecto o unidad didáctica creando una academia Fama como narrativa o marco de trabajo. Un proyecto en el que tenemos que entrenarnos, cooperar, desarrollar habilidades para luego ponerlas en práctica en un producto artístico en parejas. Habría que hackear los procesos de nominación y expulsión, para realzar los procesos más creativos por ejemplo, sin penalizar lo que puede mejorarse. Habría que darle vueltas pero si este programa es un detonante de la motivación para nuestro jóvenes, ¿Por qué no utilizarlo? quizá puede ayudar a crear el marco para trabajar lo que interesa dentro de la expresión corporal y la danza y de otros rumbos de desarrollo personal y social.

Además podemos utilizar algunos recursos sencillos, como por ejemplo la MÚSICA que en el programa se escucha. Puede ser muy motivante para nuestros estudiantes trabajar sobre estos temas musicales. Aunque veo que no lo van actualizando, ojalá que lo hagan, Dan una herramienta increíble para los profesores que trabajan con adolescentes.



Os dejo aquí la música utilizada en esta segunda semana, en una web muy interesante de música.


No quiero dejar de mirar atrás y no citar al Fama de hace 10 años, con el que me lo pasé muy bien. Hubo varias ediciones después pero las últimas me comentan que no funcionaron. Ver como ha cambiado el programa, como ha cambiado el mundo, es ver también como he cambiado yo, como ha cambiado mi entorno. Ver el paso del tiempo frente a referentes es curioso, de hecho nos pasa a cada año a los docentes, ellos (nuestros alumnos o estudiantes) siempre tienen la misma edad y tú no.

Además quiero recordar la serie de Fama, la de Leroy, Bruno Martelli, Coco... algo que si no has nacido en los 70, 80 o 90 quizá no te suene de nada. Pero para mi esa serie fue una inspiración. ¿Será esta Fama a bailar de 2018 una inspiración para adolescentes? pues quizá y si es así, felicito al programa.




He hablado con un amigo que trabaja en televisión y le he estado preguntando lo que no sé, dudo o no veo por ser un ámbito, el de las producciones televisivas y audienciasque desconozco. Él me cuenta que no hay una cifra mágica de espectadores que determine el éxito y que depende del canal, la franja y otras variables. Me decía que el éxito del programa te lo dan los números y eso lo entiendo desde un visión de empresa, de rendimiento económico, pero por mi trabajo yo busco el rendimiento social y, a veces, me cuesta empatizar con ese otro sistema y manera de hacer las cosas, porque en definitiva todos tenemos una responsabilidad social (corporativa) pero me parece que no puedo dimensionar lo difícil que es buscar y encontrar ese equilibrio. 

También me contaba que en un programa de este tipo, se busca en el casting la identificación del concursante con el espectador y que hay dos tipos: 

1) el espectador que se refleja en alguno de los concursantes por el baile, el carácter, forma de ser, orígenes, forma de tratar a sus compañeros, etc.

2) el espectador que identifica al concursante que le gusta y le sigue.

Esto último provoca que un director de casting, que no está buscando la calidad y las 
aptitudes en la danza porque lógicamente para eso están los profesores, sí busca diversos perfiles, tanto físicos como psicológicos, que permitan al espectador seguir el reality, según me contaba mi amigo. Esto provoca, como me contaba, que se etiquete a las personas con perfiles fáciles de identificar (el gracioso, la entusiasta...). Esto me recordaba al eneagrama de personalidad. A mi esto me produce cierta incomodidad porque si hay algo que un docente se debe trabajar es no etiquetar. Pienso que en la vida también vamos encasillando a las personas (o nos encasillamos nosotros mismos) en determinados roles, con determinados atributos, y eso no nos deja crecer. ¿No os ha pasado con alguien al que conocéis de hace mucho tiempo, sientes que no te conoce tan bien en el momento actual porque todo lo que has cambiado no lo ve porque te tiene etiquetado? A mi sí. ¿Vivimos etiquetando(nos)? Ahí queda la reflexión en forma de pregunta.

Aprovecho para dar las GRACIAS a mi amigo por responder a mis dudas, por hacerme pensar y conocer esto desde otra perspectiva. Es la primera vez que al ir a citar mi fuente, no puedo hacerlo, no debo, hay conflicto de intereses o algo pareceido. Me ha parecido extraño y emocionantemente misterioso 😎 "no tener que revelar mi fuente", siempre acostumbrada a citar y citar.


Como puede verse en este cartel, si ya tienes 26 años ya no eres un buen candidato para asistir como público en el programa. 

Uf, esto es muy duro porque no creo que quieran que solo vean el programa en casa personas con ese intervalo de edad; pero queda mejor gente jovencita, ¿es eso? Es lo que vende. Es lo que se consume. Es lo que se oferta. Es la necesidad que se crea. Es la restricción de unos pocos. Es la exaltación de la juventud. Es el marketing y la publicidad de rendimiento. ¿qué si quiero una sociedad mejor que cuide no hacer estas cosas? pues sí. La sociedad la hacemos las personas, y son las personas las que la cambian.

Volviendo a Fama, o más bien distanciándome poco a poco de las reflexiones sobre el programa pero volviendo a la danza, os dejo dos cosas que me apetece compartir. 

Por un lado, un texto maravilloso llamado "El bailarín", publicado el 7 octubre 2015 por Oihana Altube en su blog. Es corto, muy muy corto, y apuesta porque los bailarines vayan más allá de la danza, porque tienen una responsabilidad con el mundo, y su tarea, como la de otras profesiones, es política, es vital para la sociedad. Esto, al hilo de lo hablado, estaría bien que se lo enseñaran también en la academia Fama, aunque no venda, y podrían encontrar el hueco en la agenda de la enseñanza para algo tan importante como ésto. 

Esos que practican cuerpo.




[Este texto me ha llegado gracias a "El Club" de Danza Canal. Gracias Twins Experiment, lo que estoy aprendiendo con vosotras!]


Y un vídeo de danza urbana con niños sobre una coreografía de Víctor Calderón, un gran profesor [gracias Víctor por ser un buen referente para él].



Para terminar, me pregunto: ¿Cómo ven el programa nuestros adolescentes? ¿Qué piensan ellos de Fama a bailar 2018? ¿Además de disfrutarlo, y si lo vieses desde un pensamiento crítico? ¿Qué consumen en danza? ¿Saben que este mundo es mucho mucho más amplio y rico? Sería interesante conocer su óptica. Si algún profe de EF lee esto y puede preguntar y contármelo, genial, agradecida. Incluso puede escribir algo y lo publico aquí también, bajo su nombre. Yo tengo pendiente "charlarlo" con mis estudiantes de  CCAFYDE y otros compis #edufis con los que me relaciono habitualmente.

Espero que os hayan parecido interesantes estas reflexiones, no para que penséis como yo pero sí para que penséis. 

Recuerda: Don`t walk, ¡Dance!

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